El lugar fue lo que nos llamó la atención, el servicio fue atento y amable a pesar de la barrera idiomática, los platos muy buenos pero la cocina fue lenta (40 minutos esperando un plato de pasta), la carta no era muy amplia y no tenían disponible todos los platos. No nos gustó que la cuenta no nos correspondió con el precio de la carta ya que 10 euros en concepto de servicio nos parecía abusivo (no se especificaba en la carta). Nos fuimos con la sensación de que se aprovecharon de nosotros por ser turistas.